Yoga. Porque es tan necesario, hoy en día más.

Os voy a hablar de lo que significa el yoga para mí, porque es tan necesario hoy en día.

CONOCIMIENTOS

SalmónYoga

7/14/20234 min read

Hace unos añitos, nos tocó vivir una pandemia que hizo que el mundo se paralizara durante meses, una sacudida que nadie esperaba e hizo que nos tuviéramos que replantear muchas cosas, adaptarnos a otra forma de vivir y, sobre todo lo más importante, aceptarlo (qué difícil es aceptar algo cuando no quieres, cuando tu vida te gustaba tal y como estaba).

Para algunos ha sido, y sigue siendo, muy difícil, no solo a nivel laboral (fue un golpe enorme), sino a nivel personal también. Pero para otros “pocos” fue una época de cambios, de adaptación, de aceptación y no lo llevamos tan mal.

Me incluyo en estos “pocos” porque a mí el yoga me ha hecho ver este cambio como algo no tan negativo. Y, de hecho, me hace ver las cosas con otra perspectiva. Ni bueno ni malo, simplemente diferente. No os digo que no lo haya pasado mal, ¡ojo! que no haya estado enfadada, triste, con ganas de salir corriendo, ganas de no hacer nada de nada, apática y el ver la poquita humanidad que queda hace que te replantees muchas cosas.

El yoga no es solo una práctica física, sino que envuelve muchísimas cosas. Es un estilo de vida, una manera de pensar, de actuar, de aceptar, de vivir tranquilos, de obviar aquello que no nos hace bien.

El yoga tiene un origen y significado, los ocho pasos del Yoga según Patanjali, la unión que tiene con la parte espiritual, las 4 sendas del Yoga. Así como de diferentes estilos, como el Hatha, Yin Yoga, Rocket Yoga, Acroyoga, Power yoga (hay tantos estilos como días tiene un año). Y también diferentes técnicas como los mudras, pranayamas, bandhas. Y esto no es todo.

A parte de todo esto ¿Por qué el yoga es tan necesario en nuestras vidas, sobre todo hoy en día?

Desde mi humilde opinión y eligiendo solo uno de todos los beneficios que me ha aportado este estilo de vida, el yoga es necesario porque calma la mente, por supuesto, a todo aquel que quiera calmarla. No hay un botoncito mágico.

Durante la práctica de asanas, sea en el estilo que sea, estáis tu mente, tu cuerpo y tu mat. A diferencia de cualquier otra práctica, en el yoga no se compite, no te comparas con nadie, sólo escuchas tu cuerpo y le dejas hacer. Un día eres super flexible, al día siguiente te sientes un tronco, una vara de hierro. Un día te sale una asana avanzada y al día siguiente no hay manera. No pasa absolutamente nada, ¿qué problema hay? ¡ya saldrá!

Soy tanto instructora de pilates como de yoga, y muchas veces me preguntan que diferencia hay entre las dos prácticas, que parecen lo mismo. No, no tienen nada que ver. Lo entenderéis con la descripción que os dejo aquí abajo.

En sanscrito la descripción perfecta del yoga es la siguiente

“Yoga chitta vritti nirodha”

Esta frase maravillosa significa que el “yoga para (nirodha) las fluctuaciones (vritti) de la mente (chitta)” ¡Cuánta razón! Esta es, sin lugar a duda, la definición perfecta de lo que significa el yoga, al menos para mí.

El yoga es un método para estar aquí ahora

La mente no quiere estar aquí, solo en el presente, fluctúa entre pasado, futuro, haciendo conjeturas sobre algo que no ha pasado, pero que puede que pase porque si hago esto o hago lo otro, tendría que, debería haber hecho, dicho… ¡BASTA!

Normalmente nos sentimos centrados, calmados, en paz, en el presente, cuando estamos disfrutando del momento, de la compañía, de la “soledad” (lo pongo entre comillas porque para muchas personas estar solo es malo, no lo entienden, tienen la necesidad de estar con gente. Pero es tan necesario estar solo, tan bueno. No hay nada mejor que disfrutar de tu propia compañía).

Cuando piensas en el pasado, en lo que tenías que ahora no tienes, en la vida antes de la pandemia, que podíamos hacer lo que queríamos, ahora ya no. Frustra muchísimo seguir estancado en el pasado y hace que no seas todo lo feliz que hay que ser (la vida es muy cortita, disfrutemos de este viaje).

Lo mismo pasa cuando piensas en el futuro. “Cuando todo vuelva a la normalidad”. ¡Cuántas veces hemos oído esto! ¿no? y ¿si no vuelve!? Pensar en algo que aún no ha llegado, que no sabemos si llegará. Qué ansiedad estar dando vueltas a algo que no sabemos si pasará o no, ¿verdad?

El ir “viajando” del pasado al futuro crea estrés, preocupaciones que tú y solo tú te creas. ¿Cuántas veces hemos pensado, “seguro que…” y ha pasado lo contrario, algo no tan malo como nuestra cabecita nos decía? Hay que vivir el presente.

¡Cuánto bien me ha hecho el yoga!

Mientras hacemos la práctica de asanas, estamos en el presente. Tenemos ocupada la mente pensando en ese músculo (o músculos) que te tira, que te quema, que hace que te estires un poquito más y que llegues más allá, que se relaja mientras respiras. Estás concentrado en esa asana, en la alineación, ¿estará bien?, ¿el pie está colocado como toca, alineados los talones, estoy aplicando la presión correcta? La mente está en la práctica, te evades de lo que llevas en la “mochila”, de lo que te ha pasado a lo largo del día. Estás escuchando a tu instructora mientras explica la postura, espalda recta, hombros hacia atrás y hacia abajo, lejos de las orejas… tu postura se va modificando, estás en el presente.

Lo bueno del yoga que no es solo una práctica de asanas, es educar la mente a que esté presente en el día a día, el aprender a vivir con lo que tenemos hoy, ahora. Vivir el PRESENTE, como bien dice la palabra, es un regalo.

Por todo esto (y mucho más pero no quiero aburrir), para mí, el yoga es tan necesario. Vivimos pensando demasiado en aquello que aún no ha llegado, en aquello que pasó y que no se puede cambiar.

Espero que entendáis un poquito más porque estoy tan enamorada de estilo de vida.