Yoga en el trabajo III

Bueno, tercer y último artículo sobre este tema. Esta vez os quiero hablar de las manos, dedos y pies. Extremidades importantes para trabajar. No solo te hablaré de esto, pero si quieres saber más, ¿a qué esperas?

CONOCIMIENTOSASANAS

SalmónYoga

6/5/20234 min read

En este artículo, como bien pongo en la descripción, vamos a estirar las manos y los dedos, pasando por la espalda, pelvis y piernas. Móviles, ordenadores, escobas, palas, cubos, bandejas, vasos, trapos, bayetas, martillos… Las manos tienen una grandísima importancia y también tienen músculos. Por lo que te voy a dar unos consejillos.

Doblamos codos, los dejamos pegados al cuerpo (si separas los codos, sin querer estarás cargando tus hombros, y vamos a evitarlo), palmas de la mano hacia abajo. Ahora abre los dedos, todo lo que puedas. Aguanta un poquito y cierra los puños apretando con fuerza. Abre, cierra, abre, cierra. ¡Mola! Puede que notes el antebrazo también.

Después, junta las yemas de los dedos, con las manos enfrente del pecho. Abre los dedos y aprieta las manos. Puede que juntes los metatarsos (los huesecitos que unen las palmas de las manos con la base de los dedos). Ahora tienes que apretar los dedos y las palmas de las manos. No te olvides de cerrar los dedos

Vamos ahora hacia la zona de la pelvis, caderas y lumabres, ¿te parece bien?

Normalmente es una zona que también suele cargarse mucho, sobre todo si estás de pie varias horas. Además, como te he contado con anterioridad, el estiramiento de esta zona mejorará la circulación, reducirá tensiones y aliviará el dolor. Es una zona que afecta el sistema nervioso parasimpático. Le mandará señales al cerebro pidiendo relax. Es una zona muy sensible y que se tiene que trabajar con mucho cuidado. Despacito y dando espacio para que se vaya abriendo y relajando.

Si tienes un trabajo activo, en el que no estás sentado, bueno y si estáas sentado, puedes levantarte y hacer este estiramiento. Empieza abriendo las piernas un poquito más del ancho de las caderas, pies un poquito abiertos (un poco). Junta manos enfrente del pecho (namasté) y, si puedes, ves bajando como si te fueras a sentar en el suelo, las rodillas se abren hacia los lados (por eso la posición de los pies) y la espalda, lo más recta posible. Normalmente, si tienes esta zona dolorida, los talones acortados, no vas a poder llegar abajo del todo sin levantar las plantas de los pies, pero no importa. Puedes ponerte un libro, un taco, subir los talones encima de un escalón. Solo tu te conoces y sabes tus limitaciones.

Así que, inhala, prepara, exhala y ves bajando poquito a poco con las manos juntas enfrente del pecho. Cierra los ojos y disfruta. Respira despacito y ves relajando la musculatura.

Si tienes un trabajo en el que estás sentado varias horas, intenta subir los talones a la silla. Piernas abiertas, lleva las rodillas hacia los hombros y con los brazos por dentro de las rodillas, ayudas a abrirlas poco a poco. Quiérete y agradécete el estiramiento. Te vas a quedar de lujo.

Al abrir las piernas, lo que haces es estirar la zona de la pelvis, caderas, aductores… te dejo una foto aquí abajo, esta asana se llama Malasana, de mis favoritas (¡¡tengo tantas!!)

malasana
malasana

Para seguir estirando la espalda e incluso la parte de atrás de las piernas. Si estás sentado, estira las piernas y la espalda. Si estás de pie, simplemente ponte lo más recto que puedas.

Sube los brazos estirados al techo con la inhalación (he dicho brazos, los hombros relajados y lejos de las orejas) y con la exhalación, entrelazas los dedos, los bajas estirados hacia delante, paralelos al suelo, rota las palmas de las manos, empujando hacia el frente y redondeas la parte alta de la espalda. Inhala eleva los brazos notando como se estira la musculatura de los brazos, hombros, dorsal e incluso los isquios (parte de atrás de las piernas). Estírate como si fuera el estiramiento matutino. Si puedes, ponte de puntillas, si estás de pie.

Repite las veces que quieras y disfruta.

Otro gran estiramiento, de pie, pasas la pierna izquierda por detrás de la derecha, brazos al cielo, te coges la muñeca izquierda inhalas, y al exhalar estiramos hacia la derecha (abajo te dejo unas fotos). Al inhalar, relajamos el estiramientos, pero al exhalar, intenta estirarte un poquito más... ¡vas a disfrutar!

¿Bajamos ahora hasta los pies? ¿Te sorprende? Es otra de las extremidades olvidadas, como las manos. Pero ¿cuántas veces has tenido algún tirón en la planta del pie? Porque yo sí los he tenido y dueleeee...

Para estirar los pies, tan fácil como, si estás de pie, ponerte de puntillas. Puedes poquito a poco ir elevando los talones con la exhalación y, con la inhalación, bajas. Si estás sentado, estira las puntas de los pies lejos y flexiona llevando las puntas de los dedos hacia a ti.

Es un estiramiento que te va a encantar y te va a dejar como nuevo.

Otro, de cuclillas, abre los dedos de los pies, y vas levantando los talones toooodo lo que puedas. Si te cuesta mantener el equilibrio, hazlo cerca de una pared y así evitaremos caídas.

Creo que con estas indicaciones, tienes suficiente, ¿no? Aunque si quieres más puedes escribirme y te enviaré algún que otro estiramiento más.

Gracias por haber llegado hasta el final del artículo.