El lado negativo del yoga

"El yoga es una princesa hindú que fue raptada por occidente y convertida en una puta" . Esta frase la leí no hace mucho y no me queda otra que analizarla. En cierto modo, tiene razón. Sigue leyendo y te explico el porque.

CONOCIMIENTOS

SalmónYoga

6/7/20234 min read

Como he dicho en la pequeña descripción, te explico el porque quiero analizar la frasecita... en cierto modo, pienso que hay mucho de verdad en ella.

Hoy en día, con tantísimos profesores, instructores, practicantes, lectores, curiosos… así como el yoga aporta muchos aspectos positivos, también los hay negativos. ¿Por qué digo esto? ¿Por qué me estoy tirando tierra encima? En muchos artículos míos cuento los beneficios que tiene, que hay tantos instructores porque es este estilo de vida hay que expandirlo. Pero también tengo que decir que muchísima gente se aprovecha de esto. Y una cosa es expansión y la otra explotación.

Los instructores nos gastamos mucho dinero en formaciones, ya sea en la India o en Occidente. Yo me lo saqué en la India porque es la cuna del yoga y quería conocer la base de esta práctica, de este estilo de vida. Quería conocer a esa “princesa hindú” de la que tanto se hablaba, de la que tanto bien me había hecho durante una pandemia que nos tuvo encerrados en casa. Y no te haces una idea de lo que sabe esta “princesa”. Ese fue mi motivo principal de querer sacarme la instrucción en la India. Uno de mis profesores me dijo que yo crearía mi propio estilo y si, tenía razón. Hace más de 2 años que estoy dando clases, a mi estilo, pero sin faltarle el respeto a este maravilloso estilo de vida.

La práctica de las posturas de yoga (asanas), meditaciones, limpiezas de órganos, tienen muchísimos beneficios, pero tiene también postulados muy tóxicos y más aún cuando todo esto se ha ido mezclando con otras prácticas, religiones, pensamientos.

Os cuento aquí abajo el porque de la elección de este artículo.

Hablemos sobre el karma

Aunque creo que este apartado da para un artículo, te dejo aquí unas pequeñas pinceladas de lo que es. La idea de karma se originó en religiones indias como el hinduismo y el budismo, y en Occidente lo utilizamos para decir que todo lo que hagas regresará a ti. Sea bueno o malo. De alguna manera u otra, todo regresa.

Entonces, muchas personas pueden pensar que cada uno actuará en consecuencia a lo que quieran obtener. Y, muchas otras, harán oídos sordos, “lo que tenga que ser, será”.

Ha llegado un momento en que la idea del karma se ha convertido en un método de control social y que se ha convertido en una muletilla para pensar "que todos los malos recibirán su merecido", pero en realidad, si miras a tu alrededor, te das cuenta de que esto no es más que una idea errónea.

No somos dioses para decidir si esa persona que, según tú, se ha portado mal, vaya a tener su merecido… excuse me? No somos nadie para poder juzgar a otra persona. Cada uno con lo suyo, que suficiente tenemos.

Todos los que hacemos yoga, somos seres espirituales.

¡JA! Cada vez que leo esto se me queda una carita de tonta… ojos cerrados, cejas levantadas, boca cerrada, mano en la frente. ¡Flipo!

Para mí, y como siempre desde mi punto de vista, una persona espiritual significa alguien que ha llegado un poquito más allá. Que es capaz de dejar la mente en blanco, de que no le afecten los pensamientos, que controla su cabecita y no deja que esos pensamientos le afecten (sean positivos o negativos).

Yo practico yoga, pero no me considero para nada un ser espiritual. Si, intento poco a poco controlar mis pensamientos, sobre todo los que no me hacen bien, pero soy humana, no soy ninguna diosa. Me cabreo, insulto, no duermo, bebo (alguna copa los fines de semana), fumo (muy de vez en cuando). Y no por eso me considero una mala persona. Pero, para nada, soy un ser espiritual. No engaño, eso es cierto, soy una persona sincera que prefiere una verdad dolorosa que una mentira piadosa, pero no por eso soy espiritual. Y como yo, muchas personas. Solo que algunos “yoguis”, y más hoy en día, venden la moto y piensan que son mejores que otras personas. Ah no amig@, tu eres igual que yo, igual que todos. No hay muchos así, pero alguno que otro hay por este mundo.

Lo que pasa que hay personas que necesitan seguir a un, llamémosle "líder", porque tomar propias decisiones es difícil y cuesta trabajo. Mejor tener un encefalograma plano y que nos lo hagan todo, ¿no? Tomar la responsabilidad sobre uno mismo y tomar nuestras propias decisiones… buffff ¡¡que pereza!! Y así vamos.

La yoguini perfecta

Vamos que nos vamos. Esto es otro artículo que salió en la revista Glamour hace un tiempo, lo leí gracias a una publicación de una cuenta que sigo en Instagram “Yogasinfronteras”. No me pude reír/ cabrear más. ¿En serio crees que hay una yoguini perfecta? ¿Tienes una esterilla que te ha costado 150€? Los leggins que sientan de maravilla y marcan tu figura, ese top que te deja enseñar un poquito más para que tus posts tengan más likes. Que triste pensar que esto es ser perfecto...

¡¡Bah!! Como ahora el yoga está de moda tienes que ponerte la ropa más cara y que mejor te siente para que tus posts lleguen más lejos.

Todo esto lo único que hace es perjudicarnos a los que realmente queremos expandir este estilo de vida. Tienes que adaptarte a todo lo que nos pide la sociedad, aunque eso significa “venderte”. ¿No te da pena? Porque a mi sí y no, no lo hago. Si te paseas por mi perfil de IG verás que soy lo que soy. No cuelgo fotoso ni vídeos de estudio. A veces doy las clases con pantalón de pijama, despeinada y con legañas. No necesito demostrar algo que no soy, solo quiero hacer que te sientas bien.

Y ¡ojo! No digo que dejes de publicar tu filosofía, tus posts, tus clases, pero sí dejad de publicitar MIERDA. No hagamos de este estilo de vida maravilloso una máquina para hacer dinero. Si, puedes hacer dinero, es un trabajo como otro cualquiera y muchas personas nos hemos invertido mucho dinero en formaciones, leído muchos muchísimos libros, pero por favor hazlo con cabeza, con el corazón y no con la cartera. No vayas a sacar dinero, sino ayudar a esas personas que realmente lo necesitan.

No me canso de decir que de cada vez hay menos humanidad, para absolutamente todo. Lo que me da muchísima pena, es que tampoco haya humanidad para ayudar a los demás.