Hablemos de Iyengar, un estilo más detallista.

Como no, ¿por dónde creías que iba a empezar? Por la práctica, ¡claro que sí! Pero no… esta vez he decidido contar un poquito de historia para que entiendas porque este estilo es tan “estricto”. No obstante, te adelanto algo. Si eres una persona detallista y quieres profundizar en las asanas y en técnicas de respiración, puede que hayas encontrado tu estilo. Ahí lo dejo...

“La luz sobre el Yoga” - B.K.S. Iyengar

Voy a empezar contando un poco la historia de este maestro, que como verás, le debe su nombre a este estilo. El nombre completo es Bellur Krishnamachar Sundaraja Iyengar, mejor dejar las siglas, con todo el respeto. Nació el 14 de diciembre de 1918 en Bellur, al suroeste de la India.

Nació en un año donde hubo una gran pandemia, “gripe española” y desde entonces fue un niño enfermo, débil, mal nutrido y sufrió malaria, tifus y tuberculosis, ahí es nada. Y a los 9 años perdió a su padre de apendicitis y 3 de sus hermanos murieron antes de hacerse adultos.

A los 15 años se mudo a Mysore, con su cuñado, Sri Tirumalai Krisnamacharya, el padre del yoga moderno. Gran maestro que fundó en su palacio una escuela de yoga donde formó a varios discípulos.

Fué entonces, cuando Iyengar mejoró muchísimo con la práctica de yoga, no sólo físicamente, si no en la recuperación de sus enfermedades, que no eran constipados corrientes, dolores de cabeza… Su cuñado era muy exigente con él, ya que como era el más débil, era al que le tenía que meter más caña. Una correcta alineación y una buena respiración es la que le hacía mejorar esas dolencias, así que hasta que no dominara las asanas a la perfección, le llegó a prohibir comer, exagerado desde mi humilde opinión.

Al tener un maestro tan exigente, el estilo Iyengar se basa en una alineación perfecta y en una correcta respiración.

3 años más tarde de la primera mudanza, a los 18 años, se fue a vivir a Pune, cerquita de Bombay, donde siguió practicando las enseñanzas que su cuñado le había enseñado. Se le pasaban las horas, había días en que practicaba hasta 10 horas. Pero gracias a ello, conoció su cuerpo y la conexión que tenía con él. Por eso siempre digo que tenemos que escucharnos, sentirnos y no mirar al vecino, sino a nosotros mismos.

Gracias a estas horas de práctica y sentir como mejoraba gracias al yoga, fue uno de los influencers del yoga.

Como anécdota, si buscas a Yehudi Menuhin, un violinista famoso en aquellos tiempos, verás que tenía problemas para descansar ya que no dormía, además le dolían los huesos… y fue con el yoga de Iyengar que mejoró, hasta el punto de regalarle un reloj con una inscripción que decía “A mi mejor maestro de violín, B.K.S. Iyengar”... el violinista era él…

Después de esto, publicó su peazo de libro, “La luz sobre el yoga”, en Estados Unidos. (Este libro lo tengo y es super interesante. Se llama así ya que él mismo se refiere a "El yoga es una luz, y una vez encendida, nunca se atenuará. Cuanto mejor es la práctica, más brillantes la llama."

Este libro es muy completo, tanto como para alumnos que empiezan a practicar yoga como para los más expertos. Al final del mismo encuentras secuencias por semanas y por nivel. ¡Es muy bueno! Además te habla un poco de la filosofía, así como de lo que es el yoga.

También hay una introducción completa al yoga con descripciones detalladas de más de 200 asanas y 14 ejercicios de respiración (pranayamas, aquí te mando al primer artículo que escribí sobre esto y aquí al segundo). Este libro presenta 57 asanas clave y proporciona un breve resumen de pranayama. Además, el libro está ilustrado con fotografías y la explicación, tanto del significado de las asanas, como la técnica para ejecutarlas, los beneficios, las contraindicaciones… ¡es maravilloso! Una gran guía.

En 1984 se retiró como profesor, pero las charlas y las clases especiales, no podía dejarlo del todo. Creo que me va a pasar lo mismo. Nunca dejas de aprender y de enseñar este estilo de vida tan maravilloso, que hace tanto bien tanto físicamente como mentalmente. Y cuando digo fisicamente no solo me refiero al exterior, si no a los órganos internos, articulaciones, huesos… Ahora entiendo que el yoga gira en torno a una persona, sin querer, una vez lo integras en tu vida, ya no hay marcha atrás.

Último comentario, a sus 90 años seguía practicando las asanas durante 3 horas al día + 1 hora de pranayamas…

Y me sabe mal, pero se me estaba haciendo un artículo larguísimo, así que he decidido que el jueves contaré la práctica. Y eso que no he hablado de muchas cosas, pero es que este maestro tuvo una vida muy movida.

Podría hablar de sus discípulos, de las escuelas que fundó, de su mujer y de los 6 hijos que tuvieron (es la foto del principio del artículo), el instituto que fundó en memoria de su mujer… pero acabaré con una frase suya que comparto:

“Estoy tan agradecido de lo que el yoga ha hecho en mi vida, que siempre busco compartirlo” .Iyengar