Materiales, necesarios o no, para tu práctica de yoga

¿Cómo elegir una buena esterilla para ti?

Cualquier esterilla va bien si estás empezando, pero es importante, como mínimo, que sea antideslizante. Ya que para asanas como Adho Mukha Svanasana, por nombrar una conocida, necesitas que tanto las manos como los pies no patinen.

∼ Un factor importante es el grosor. Dependiendo del estilo, necesitarás una más gruesa para amortiguar los saltos, como en Ashtanga.

El grosor estándar de una esterilla de yoga es de unos 3 – 4 mm. Para Ashtanga, o una práctica más dinámica, iría mejor una de unos 5 mm, así amortigua más los golpes. Aunque para asanas de equilibrio, cuanto más gruesa, será más difícil llegar a una estabilidad por lo que tendrías que salir de la esterilla.

También las hay de 1,5 – 2 mm, estas mejor para viajar, ya que ocupan poco, pero no para hacer una práctica habitual, ya que cuando tengas que apoyar una rodilla, como en Anjaneyasana, puedes sentir molestias.

∼ Otro factor a tener en cuenta a la hora de elegir una buena esterilla es el material. Puede ser más o menos rugoso o liso. Lo importante es que sea antideslizante, como os he comentado al principio.

Si al poner las manos en la esterilla, éstas quedan marcadas, es que no tiene una buena densidad y son cómodas para hacer estiramientos u otro tipo de ejercicios, pero no para hacer yoga.

Tipos de materiales

• PVC - Material no orgánico ni natural, tiene químicos. Pero son las más económicas.

• Caucho - Natural y reciclable, pero más pesado y puede producir alergias.

• TPE (Thermoplastic Elastomer) – Goma sintética, las más ligeras y económicas, pero no se desenrollan del todo.

• Materiales ecológicos - bambú, corcho, lino. Más caras, pero no dañan al medio ambiente.

• Microfibra - Suele ser una tela que va pegada a la esterilla. Son fáciles de limpiar.

∼ El tamaño, en la práctica de yoga, no importa. Si cabes estirado, esa es la tuya, no hace falta que sea más grande. Cuanto más grande y gruesa, más pesa, por lo que, si tienes que transportarla de un lado a otro, cuanto más ligera, ¡mejor!

Como limpiar tu esterilla de yoga

Puedes limpiar tu esterilla con toallitas y agua y jabón o con una mezcla de aceites esenciales. Hay mezclas ya preparadas, pero también la puedes hacer tu en casa.

Una vez tengas la mezcla, la rocías bien por toda la esterilla, la dejas unos minutitos y frotas con una gamuza. No te olvides de repetir por el otro lado. Dejarla extendida unos minutos y después ya está lista para usar. Libre de bacterias.

¿Qué necesitas para hacer un limpiador casero?

• Botellita con spray o vaporizador.

• Agua, si es filtrada mejor, sino no importa. ¾ de la botella

• Vinagre blanco (desinfectante)- ¼ de la botella

• Árbol de té. Antifúngico, antiséptico. 8 - 10 gotas.

• Aceite de lavanda. Antibacteriano. 10 – 12 gotas.

Esto sería lo indispensable, también puedes ponerle aceite esencial de limón, naranja e incienso… up to you!

Otro de los materiales que puedes añadir en tu práctica de yoga son los bloques.

Los bloques sirven tanto a personas que se están iniciando a la práctica, que les falta algún puntito de flexibilidad, así como para personas más avanzadas para incrementar más la dificultad en las asanas más intensas.

También ayudan a tener una postura más cómoda a la hora de hacer asanas sentadas o para asanas con extensión de la columna, como en Setu Bandha Sarvangasana.

Mejoran la alineación en las asanas y ayudan a tener una mayor estabilidad.

Hay bloques de espuma y de corcho (también hay de madera, pero no los recomiendo). Diferencias:

• Espuma: son más blandos y baratos. Al ser más blandos, van mejor para asanas de suelo, pero no tan bien para la estabilidad.

• Corcho: Son más rígidos, por lo que van mejor para posturas que requieran estabilidad, pero no son muy cómodos para las asanas de suelo.

Correas o cinturones, un material que puede ayudar en tu práctica.

Gran aliado para personas que tengan una menor flexibilidad ya que te ayuda a llegar un poquito más lejos. Pero también ayuda a alcanzar posturas más avanzadas, como Natarajasana (abajo), o cualquier asana donde quieras llegar a tocar con el pie a la cabeza .

Bolster, no es un material necesario, pero te gustará.

Vaya palabrita… Un Bolster es un cojín alargado que puede estar relleno tanto de semillas, cáscaras de espelta, trigo sarraceno… como de lana.

Los hay cilíndricos y rectangulares. Dependiendo para que se utilice o en qué estilo es mejor uno que otro, pero, como siempre, te tiene que ser cómodo a ti.

Se suele usar en yoga restaurativo o en Yin Yoga, donde se mantienen las asanas entre 3 a 5 minutos y hace que puedas estar ese tiempo sin que sientas tantas molestias.

• El bolster cilíndrico es más cómodo para hacer asanas en las que necesites hacer una apertura de hombros, o ponerlo detrás de las rodillas en Savasana para hacer que te relajes más. También puedes utilizarlo para hacer estiramientos más profundos.

• El bolster rectangular, es más estable, por lo que es más recomendable en principiantes y embarazadas.

Zafú o cojín de meditación.

Los hay redondos, en forma de media luna y en corazón. Mi consejo, probarlos y quedarte con el que más se ajuste a ti y a tus caderas. Os hablo un poquito más sobre esto y el Bolster en mi próximo artículo.

El último material no necesario es el aro o rueda de yoga

Como he dicho en el título, no es necesario, pero si es cierto que ayuda a estirar toda la columna vertebral haciéndola más flexible, así como a tener más fuerza y movilidad en la espalda. A a la larga, puede convertirse en un trasto más para acumular polvo.

Os dejo aquí abajo una clase de Elena Malova para que veáis si podéis sacarle partido o si acabará cogiendo polvo

Espero que esta guía super básica os haya parecido interesante. Como veis, no hay más material necesario para practicar yoga que el tener ganas. Si es cierto que hay muchos “extras”, pero lo realmente necesario eres tú.